El mundo del arte contemporáneo esta saturado de imágenes de consumo rápido logrando con ello que la pintura no pretenda tener un objetivo propiamente narrativo, mas bien se ha vuelto una manifestación visual. Planteando sus propios limites de representación dentro de sus limites como medio.
Es así como, artistas como David Barro , asume el espacio, quebrantando lo bidimensional buscando una
relación con el espectador que habita esa pintura. Citandolo “No es que huya del plano, lo retuerzo para que este cobre vida, tornándose
escultura o arquitectura, en un acercamiento respecto a lo real, pero que
sobre todo especula con la realidad y tradición de la propia historia del arte”
La pintura se desplaza, juega con el espectador a través de los elementos. Logra un escenario mas propicio que pueda dar respuesta y comprenderla mejor. Cambia la visión del ojo y otorga al lienzo un espacio ideal para el estudio, dejando de lado la relacion de figura y fondo.
Y como consecuencia de esta pintura desplazada se propone el uso de un dispositivo el cual podemos designar dentro de un amplio grupo de elementos, que haran posible la existencia de la obra y su encuentro con el espectador desde otro plano.
